María Elisa, gracias a la fuerza de su carácter y a una fe en que forzosamente llegarían mejores tiempos, sobrevivió los años de cárcel, la vida complicada de la libertad condicional y, después, el sendero difícil de la emigración. Alcanzó los noventa y nueve años. Estando en Ventas, mi abuela María Elisa Bardia le hizo a su hija Leila Villaverde un delantalito adornado con bordados. Lo usó para llevar hilos, agujas y alfileres (por eso tiene manchitas de óxido). En la foto, el segundo delantal lo hizo mi madre Leila para mí cuando yo tenía unos cinco años. El tercero se lo hice yo a mi hija el verano pasado para celebrar sus veinticinco años. Este último delantal ha sido mi manera de hacerles un homenaje a mi abuela y a mi madre, copiando ciertos elementos de sus diseños, pero también eligiendo otros que tienen significado especial para mi hija y de esta forma unir a cuatro generaciones de mujeres y transmitir su memoria.
Elena Cerrolaza Villaverde (Montreal, Canadá, 2023)
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